Los clubes rotarios de Lviv encuentran esperanza y fortaleza en la solidaridad
Por Orest Semotiuk, presidente del Comité de Relaciones Públicas del Club Rotario de Lviv International y miembro del Comité de Relaciones Públicas del Distrito 2232
La mañana del 24 de febrero comenzó más o menos como cualquier otra mañana. Me levanté, salí a correr y desayuné. Sin embargo, mientras desayunaba, escuché en la radio que bombas rusas estaban cayendo en mi país, Ucrania.
Inmediatamente llamé a algunos amigos y conocidos de otras ciudades para preguntar cómo estaban. Afortunadamente, la mayoría de ellos estaban ilesos y a salvo. Luego, por la tarde, un canal de televisión de Ratisbona (Alemania), donde me había alojado en una misión de investigación en 2018, me llamó para solicitar mis comentarios. Más tarde, llegaron llamadas de otros medios de comunicación, una avalancha de solicitudes, y allí comenzó mi verdadero trabajo.
A continuación siguieron otras entrevistas con periodistas de Europa Occidental, Asia y América. A principios de abril, el editor de la revista de Rotary para Alemania y Austria nos visitó para investigar y hacer un reportaje sobre nuestras labores de ayuda y entrevistar a Volodymyr Bondarenko, gobernador de nuestro Distrito (2232).
Ya desde los primeros mensajes de chat, fui testigo de cómo nuestros socios se apoyaban mutuamente y también de cómo se comprometían a ayudar a personas no afiliadas. Los clubes rotarios del Distrito 2232 organizaron inmediatamente actividades de recaudación de fondos y de entrega de ayuda humanitaria para los residentes de las zonas atacadas. Nuestro Comité Distrital de Relaciones Públicas lanzó una campaña en las redes sociales para difundir información sobre los acontecimientos en Ucrania entre nuestros amigos rotarios de todo el mundo.
A los pocos días de iniciada la guerra, el Club Rotario de Lviv constituyó un grupo de trabajo para coordinar, entre otras cosas, el suministro de medicamentos, artículos de higiene y equipos médicos a hospitales y hogares infantiles ucranianos. Además, mi propio club, Lviv International, estableció contactos útiles con colaboradores internacionales – tanto clubes rotarios como otras organizaciones benéficas de Estados Unidos, Alemania, Polonia, Dinamarca, Noruega y Letonia.
Mediante conferencias diarias en Zoom, determinamos las necesidades de los distintos grupos beneficiarios -ya fueran refugiados, niños o heridos- y planificamos las actividades subsiguientes. Para ello, colaboramos estrechamente con la Agencia Estatal de Asistencia Médica de Ucrania. Asimismo, habilitamos varios almacenes de suministros de ayuda en la región de Lviv.
Los artículos que distribuimos a través de estos almacenes van desde colchones y camas para hospitales hasta botiquines de primeros auxilios, chalecos de protección, ropa y alimentos. Todo se envía a Lviv a través de la frontera polaco-ucraniana. Aquí clasificamos los suministros recibidos y luego se transportan a las zonas afectadas por los bombardeos. También está en marcha una campaña de recaudación de fondos para comprar más material médico para los hospitales.
Desde entonces, algunos de nuestros socios han abandonado el país. Otros se quedaron en Lviv y abrieron sus apartamentos, oficinas o talleres para que sirvieran de alojamiento a los refugiados. Algunos incluso ofrecen a estos trabajos para que puedan ganar algo de dinero. Una de las cosas que más nos ayuda es la enorme solidaridad que recibimos. En la página web de nuestro club y en la página de Facebook «Rotary in Ukraine» (Rotary en Ucrania) informamos regularmente sobre nuestras iniciativas y cada día nos llegan saludos, comentarios de ánimo y consultas de todos los rincones del mundo. Se trata de otros clubes rotarios y colaboradores, pero también de personas e instituciones agradecidas a las que hemos podido ayudar. Este enorme estímulo ofrecido por la red rotaria nos da fuerza y renueva nuestra esperanz
Presidente del Comité de Relaciones Públicas del Club Rotario de Lviv International y miembro del Comité de Relaciones Públicas del Distrito 2232
La mañana del 24 de febrero comenzó más o menos como cualquier otra mañana. Me levanté, salí a correr y desayuné. Sin embargo, mientras desayunaba, escuché en la radio que bombas rusas estaban cayendo en mi país, Ucrania.
Inmediatamente llamé a algunos amigos y conocidos de otras ciudades para preguntar cómo estaban. Afortunadamente, la mayoría de ellos estaban ilesos y a salvo. Luego, por la tarde, un canal de televisión de Ratisbona (Alemania), donde me había alojado en una misión de investigación en 2018, me llamó para solicitar mis comentarios. Más tarde, llegaron llamadas de otros medios de comunicación, una avalancha de solicitudes, y allí comenzó mi verdadero trabajo.
A continuación siguieron otras entrevistas con periodistas de Europa Occidental, Asia y América. A principios de abril, el editor de la revista de Rotary para Alemania y Austria nos visitó para investigar y hacer un reportaje sobre nuestras labores de ayuda y entrevistar a Volodymyr Bondarenko, gobernador de nuestro Distrito (2232).
Ya desde los primeros mensajes de chat, fui testigo de cómo nuestros socios se apoyaban mutuamente y también de cómo se comprometían a ayudar a personas no afiliadas. Los clubes rotarios del Distrito 2232 organizaron inmediatamente actividades de recaudación de fondos y de entrega de ayuda humanitaria para los residentes de las zonas atacadas. Nuestro Comité Distrital de Relaciones Públicas lanzó una campaña en las redes sociales para difundir información sobre los acontecimientos en Ucrania entre nuestros amigos rotarios de todo el mundo.
A los pocos días de iniciada la guerra, el Club Rotario de Lviv constituyó un grupo de trabajo para coordinar, entre otras cosas, el suministro de medicamentos, artículos de higiene y equipos médicos a hospitales y hogares infantiles ucranianos. Además, mi propio club, Lviv International, estableció contactos útiles con colaboradores internacionales – tanto clubes rotarios como otras organizaciones benéficas de Estados Unidos, Alemania, Polonia, Dinamarca, Noruega y Letonia.
Mediante conferencias diarias en Zoom, determinamos las necesidades de los distintos grupos beneficiarios -ya fueran refugiados, niños o heridos- y planificamos las actividades subsiguientes. Para ello, colaboramos estrechamente con la Agencia Estatal de Asistencia Médica de Ucrania. Asimismo, habilitamos varios almacenes de suministros de ayuda en la región de Lviv.
Los artículos que distribuimos a través de estos almacenes van desde colchones y camas para hospitales hasta botiquines de primeros auxilios, chalecos de protección, ropa y alimentos. Todo se envía a Lviv a través de la frontera polaco-ucraniana. Aquí clasificamos los suministros recibidos y luego se transportan a las zonas afectadas por los bombardeos. También está en marcha una campaña de recaudación de fondos para comprar más material médico para los hospitales.
Desde entonces, algunos de nuestros socios han abandonado el país. Otros se quedaron en Lviv y abrieron sus apartamentos, oficinas o talleres para que sirvieran de alojamiento a los refugiados. Algunos incluso ofrecen a estos trabajos para que puedan ganar algo de dinero. Una de las cosas que más nos ayuda es la enorme solidaridad que recibimos. En la página web de nuestro club y en la página de Facebook «Rotary in Ukraine» (Rotary en Ucrania) informamos regularmente sobre nuestras iniciativas y cada día nos llegan saludos, comentarios de ánimo y consultas de todos los rincones del mundo. Se trata de otros clubes rotarios y colaboradores, pero también de personas e instituciones agradecidas a las que hemos podido ayudar. Este enorme estímulo ofrecido por la red rotaria nos da fuerza y renueva nuestra esperanza.
Fuente: Rotary International